jueves, 29 de julio de 2010

Cuestión de opiniones

Es curioso, cuando comentas con alguien algún avatar de tu vida personal, de tu trabajo,... de lo que sea, automáticamente se cree con derecho a dar su opinión.

Es más, se creen con derecho a dar su opinión y a que nosotros la compartamos, la respetemos y la acatemos.

Maestros del bien común e ignorantes del propio. Catequistas de la fé de los demás pero ateos en la intimidad. "Quillo tu hazme caso a mí..."

Se molestan cuando tu opinión sobre tu propia vida no coincide con la que ellos tienen de tí. "Hazme caso a mí que lo veo desde fuera..."

Tan sólo te escribo para cantarte parafraseando a alguien con el que en lo único que estoy de acuerdo es cuando dijo eso de...

"VÁYANSE TODOS AL CARAJO"

miércoles, 28 de julio de 2010

La meta

Después de 5 días pedaleando con los amigos por caminos y carreteras conseguimos llegar a Santiago de Compostela, a la plaza del Obradoiro, al ansiado destino...

Atrás quedaban 300 y pico kilómetros de barro, de dolor de piernas, de sed, de lluvia, de frío, de calor, de sol, de adversidades...

Atrás quedaban 300 y pico kilómetros de disfrutar de los amigos, de gozar encima de la bicicleta, de paisajes espectaculares, de retos alcanzados, de horas para reflexionar sobre lo propio y lo ajeno...

"¿Para qué habeis ido si no haceis más que quejaros?" me decías...

¿No lo entiendes? para ésto vinimos. Vinimos a disfrutar sufriendo juntos. Vinimos a sudar para subir un peldaño. Vinimos para llegar de este modo, de otro más cómodo no nos valía...

"Pero no lo entiendo..."

Un día lo entenderás. Lo entenderás el día que mires hacia atrás y digas "OLÉ MIS COJONES".

Hay dos frases que me han gustado y que reflejan el sentimiento que tuve cuando llegué a Santiago. Una era el lema de la Vuelta Ciclista a España del año 2006 y la otra la leí en una camiseta: "La Meta es el Camino" y "El dolor es algo temporal, la gloria es para siempre". ¿Cursi? seguramente...

...pero ya lo entenderás.

martes, 6 de julio de 2010

El camino

Dentro de pocos días voy a tener la oportunidad de hacer parte del Camino de Santiago con mi bicicleta (desde León hasta Santiago).

Son muchos los que se han deshecho en elógios describiendo lo que me espera... que si el ambiente que hay en todos los sitios, que si la llegada a Santiago es impresionante, que si el abrazo al Santo... ¡Qué equivocados estais!.

No me interesa nada de eso. Lo que me llama es el hacer el camino, no el destino al que llegue. Lo que me interesa no es la gente que encuentre allí, me interesa la que llevo conmigo... ¡que por eso la llevo, joder!

A menudo vemos como conseguir el fin hace que nos decidamos a usar los medios que sean necesarios. ¿No os dais cuenta que los medios son más importantes que el fin mismo?, ¿vale más pisar cabezas para alcanzar la cumbre o besarlas para que te aupen?

Yo prefiero no alcanzar la meta, no llegar a la cumbre, si es que es el precio que tengo que pagar, con tal de mirar hacia atrás y sentirme orgulloso del camino recorrido.

viernes, 2 de julio de 2010

Todo un año

Ha pasado más de un año desde la última vez que te escribí, desde la última vez que te conté, desde la última vez que desembolsé mi memoria y te la confié creyendo que me la respetarías. Y, cosa extraña, así fue.

Te abandoné hace un año sin saber muy bien por qué, sin motivos aparentes, quizás los últimos sentimientos que en tí deposité me dejaron vacío y sin ánimo de hablarte.

Pero ha pasado un año, un año de emociones, de tristezas, de alegrías, de vida... míro atrás y, aunque te pueda parecer mentira, descubro que ha sido uno de los mejores de mi vida, uno de los años en los que más he aprendido de los demás y, sobre todo, de mí mismo.

Año de cambios en lo interior y con el exterior. He ganado en serenidad, en valentía, en alegría y en claridad de ideas.

Un año en el que, tristemente, he aprendido que vale más tener un buen padrino que esforzarse sin medida por algo que, aunque lo consideres tuyo, no lo es. Un año en el que he vuelto a encontrame con la vida de verdad, la que me espera en casa, la que me llama disfrutar en mis ratos de ocio

Este año he aprendido en quién puedes confiar y en quién... bueno (¡¡parece mentira a mis 41 años!!).

Un año en el que he aprendido que para algunos todo vale pero, lo mejor, he comprendido que para mí no. Para mí no todo vale.

Un amigo arquitecto me dijo una vez "yo no seré rico porque los demás ven dinero donde a mí me da vergüenza verlo". Efectivamente, este se ha convertido en un país de aprovechados, de trepas, de la cultura del enchufe y del mínimo conocimiento. Un país en el que se premia la charlatanería más que el esfuerzo. Un país en el que uno tiene que aguantar cómo inútiles con don de palabra cobran indecentes cantidades de dinero por un trabajo mal hecho y encima se permiten calificar de chapuceros a los que se atreven a enfrentarlos con la verdad de su inutilidad e ignorancia.

En fin, retomo mi contacto contigo con una perspectiva diferente de las cosas y en un momento en el que quién más valora mis cualidades soy yo mismo. por una vez me permito prescindir de los demás para sentirme querido.