viernes, 3 de diciembre de 2010

Libros/as

Es soprendente ver cómo nos están cambiando el modo "correcto" de expresarse.

Ahora parece que hablar de la forma que se ha hecho siempre, del modo natural, es agredir expresamente a varios cientos de Colectivos, ONG´s, Partidos políticos, etc., siempre mucho más legitimados que uno para observar la oportunidad y exactitud de las cosas. Colectivos, dicho sea de paso, surgidos al amparo de alguna subvención o de alguna corriente "cultural" que convenga, esté de moda o vaya usted a saber.

Me refiero a estas normas que se nos imponen desde el poder político en determinados ámbitos, con las que se persigue la chorrada de turno.

Miembros y miembras decía la otra... eso no es nada. Pronto veremos expresiones del tipo "Los adultos y las adultas están contentos y contentas con los hijos y las hijas cuando son buenos y buenas". Yo ya lo he visto y, además, he tenido que soportar cómo los/as autores/as se jactaban de ello "nuestro libro es el que mejor se adapta a la normativa".

La cosa está en que decir "los hombres..." para referirse a los humanos, es poco menos que hundir al sexo femenino en el más profundo de los olvidos y, además, se denota de esa expresión, la violencia reprimida hacia las mujeres del típico machista reaccionario más propio del siglo XIX que de nuestros tiempos.

¿Qué se persigue con todo esto?. Llamar la atención. Justificar la idoneidad de ellos mismos para ese cargo que ostentan y del que viven. Se persigue el reconocimiento por encima del conocimiento.

Lo que de verdad se quiere, es a la libra por encima del libro.

¿La lógica dice usted? Ya salió el facha...

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Memoria

Hace unos días me llegó, a través de una de esas redes sociales tan de moda ahora en Internet, un mensaje de un amigo. Se había unido al grupo de la promoción tal y tal del Colegio Claret de Sevilla. Allí fué donde nos conocimos. Concretamente en el grupo de Párvulos B.

Ésto me ha hecho empezar a recordar bastantes de los caminos por los que he paseado durante los últimos cuarenta años. Algunos llenos de charcos que a veces intentaba evitar o en los que me metía de lleno sin importarme la suciedad y otros llanos y limpios como autopistas.

He recordado amigos que se fueron quedando por los arcenes y otros que, simplemente cambiaron de carril o tomaron un desvío. A Jesús, Joaquín, Alfredo que me dejaron una huella tal, que se me hace casi imposible no susurrar feliz cumpleaños cada cinco de enero por el primero de ellos, que me dejó hace ya casi 22 años.

He recordado amistades de infancia que sin darme cuenta fueron desapareciendo supongo que porque se basaban en cosas de chiquillos (estábamos en la misma clase del colegio, jugábamos al hockey con el Padre Miguélez,...)

Y sobre todas ellas, me he emocionado recordando las que empezaron tan pronto y siguen ahí. Mis amigos Pepe Jaime, Pablo,... qué alegría poderlos conservar.

He caido en la cuenta de que a muchas de las amistades que no conservo me gustaría recuperarlas, se disiparon por culpa de esos desvíos que la vida te obliga o, simplemente, decides que son los que debes tomar.

He recordado cómo una de las mayores decepciones que de un amigo me llevé, al punto que, sin saberlo, me hizo abandonar uno de esos caminos, provocó una de las mayores satisfacciones que alguno de ellos me haya dado... y fue él mismo.

Sin ser yo muy consciente de mi desencanto y de los motivos que lo habían provocado, él me pidió disculpas por no haber sabido apoyarme cuando lo necesité. Eso hizo que me diera cuenta de que estaba decepcionado por su culpa y eso me había llevado a abandonar. Sin embargo esa misma conversación hizo que me sintiera orgulloso de él. Gracias Juan, aunque la vida nos ha llevado por caminos separados nunca olvidaré ese gesto que tuviste conmigo, sentados en el poyete del colegio Compañía de María.

Estos días, en los que he visto como su hermano pequeño nos muestra como afrontar los próximos treinta años, me he dado cuenta del valor de los treinta anteriores.

Pero vosotros no penseis que no os valoro... tendría que escribir cientos de párrafos para poder expresar lo que han significado, y significan, para mí, Miguel, José Luis, David, Víctor Arturo, Iván Alfonso, Isabel, Lola, Pili, Rosana, Antonio, Fátima, Rosa, Antonio, Nuria, Verónica, María José, Oscar, Eduardo, Álvaro, Inma, Vicky, etc., etc., etc... algún día lo haré.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Reiniciar

Ha pasado el verano, o mejor... ha paseado.

Este verano se ha paseado complaciéndose en su calor, en su sopor, en el sudor, en el olor...

El calor es algo consustancial a esta época y nunca me ha molestado, quien no quiera pasar calor que se haga un viajecito a Groenlandia, o que se instale en un kelvinator (¡no frost!... por supuesto).

El sopor me recuerda a tardes de Tour de Francia con Javier y Cristóbal. El sueño se apoderaba de nosotros... y lo sigue haciendo.

El sudor del tocino del jamón (¿quién ha dicho ¡qué asco!?) bien situado en el lugar que Dios creó expresamente para él, una tostada previamente esponjada con aceite de oliva.

Y el olor... de las sardinas del chiringuito, de la barbacoa de la terraza de abajo, del pescaito frito, del mar mientras se intenta dormir.

¡Qué vulgar me he vuelto! afortunadamente.

Pero el verano ya ha terminado su paseo. Ahora toca reiniciar, actualizarse y vuelta a reiniciar.

He de volver a la rutina diaria y procuraré que el verano que viene me sorprenda y, nuevamente, me coja desprevenido.

jueves, 29 de julio de 2010

Cuestión de opiniones

Es curioso, cuando comentas con alguien algún avatar de tu vida personal, de tu trabajo,... de lo que sea, automáticamente se cree con derecho a dar su opinión.

Es más, se creen con derecho a dar su opinión y a que nosotros la compartamos, la respetemos y la acatemos.

Maestros del bien común e ignorantes del propio. Catequistas de la fé de los demás pero ateos en la intimidad. "Quillo tu hazme caso a mí..."

Se molestan cuando tu opinión sobre tu propia vida no coincide con la que ellos tienen de tí. "Hazme caso a mí que lo veo desde fuera..."

Tan sólo te escribo para cantarte parafraseando a alguien con el que en lo único que estoy de acuerdo es cuando dijo eso de...

"VÁYANSE TODOS AL CARAJO"

miércoles, 28 de julio de 2010

La meta

Después de 5 días pedaleando con los amigos por caminos y carreteras conseguimos llegar a Santiago de Compostela, a la plaza del Obradoiro, al ansiado destino...

Atrás quedaban 300 y pico kilómetros de barro, de dolor de piernas, de sed, de lluvia, de frío, de calor, de sol, de adversidades...

Atrás quedaban 300 y pico kilómetros de disfrutar de los amigos, de gozar encima de la bicicleta, de paisajes espectaculares, de retos alcanzados, de horas para reflexionar sobre lo propio y lo ajeno...

"¿Para qué habeis ido si no haceis más que quejaros?" me decías...

¿No lo entiendes? para ésto vinimos. Vinimos a disfrutar sufriendo juntos. Vinimos a sudar para subir un peldaño. Vinimos para llegar de este modo, de otro más cómodo no nos valía...

"Pero no lo entiendo..."

Un día lo entenderás. Lo entenderás el día que mires hacia atrás y digas "OLÉ MIS COJONES".

Hay dos frases que me han gustado y que reflejan el sentimiento que tuve cuando llegué a Santiago. Una era el lema de la Vuelta Ciclista a España del año 2006 y la otra la leí en una camiseta: "La Meta es el Camino" y "El dolor es algo temporal, la gloria es para siempre". ¿Cursi? seguramente...

...pero ya lo entenderás.

martes, 6 de julio de 2010

El camino

Dentro de pocos días voy a tener la oportunidad de hacer parte del Camino de Santiago con mi bicicleta (desde León hasta Santiago).

Son muchos los que se han deshecho en elógios describiendo lo que me espera... que si el ambiente que hay en todos los sitios, que si la llegada a Santiago es impresionante, que si el abrazo al Santo... ¡Qué equivocados estais!.

No me interesa nada de eso. Lo que me llama es el hacer el camino, no el destino al que llegue. Lo que me interesa no es la gente que encuentre allí, me interesa la que llevo conmigo... ¡que por eso la llevo, joder!

A menudo vemos como conseguir el fin hace que nos decidamos a usar los medios que sean necesarios. ¿No os dais cuenta que los medios son más importantes que el fin mismo?, ¿vale más pisar cabezas para alcanzar la cumbre o besarlas para que te aupen?

Yo prefiero no alcanzar la meta, no llegar a la cumbre, si es que es el precio que tengo que pagar, con tal de mirar hacia atrás y sentirme orgulloso del camino recorrido.

viernes, 2 de julio de 2010

Todo un año

Ha pasado más de un año desde la última vez que te escribí, desde la última vez que te conté, desde la última vez que desembolsé mi memoria y te la confié creyendo que me la respetarías. Y, cosa extraña, así fue.

Te abandoné hace un año sin saber muy bien por qué, sin motivos aparentes, quizás los últimos sentimientos que en tí deposité me dejaron vacío y sin ánimo de hablarte.

Pero ha pasado un año, un año de emociones, de tristezas, de alegrías, de vida... míro atrás y, aunque te pueda parecer mentira, descubro que ha sido uno de los mejores de mi vida, uno de los años en los que más he aprendido de los demás y, sobre todo, de mí mismo.

Año de cambios en lo interior y con el exterior. He ganado en serenidad, en valentía, en alegría y en claridad de ideas.

Un año en el que, tristemente, he aprendido que vale más tener un buen padrino que esforzarse sin medida por algo que, aunque lo consideres tuyo, no lo es. Un año en el que he vuelto a encontrame con la vida de verdad, la que me espera en casa, la que me llama disfrutar en mis ratos de ocio

Este año he aprendido en quién puedes confiar y en quién... bueno (¡¡parece mentira a mis 41 años!!).

Un año en el que he aprendido que para algunos todo vale pero, lo mejor, he comprendido que para mí no. Para mí no todo vale.

Un amigo arquitecto me dijo una vez "yo no seré rico porque los demás ven dinero donde a mí me da vergüenza verlo". Efectivamente, este se ha convertido en un país de aprovechados, de trepas, de la cultura del enchufe y del mínimo conocimiento. Un país en el que se premia la charlatanería más que el esfuerzo. Un país en el que uno tiene que aguantar cómo inútiles con don de palabra cobran indecentes cantidades de dinero por un trabajo mal hecho y encima se permiten calificar de chapuceros a los que se atreven a enfrentarlos con la verdad de su inutilidad e ignorancia.

En fin, retomo mi contacto contigo con una perspectiva diferente de las cosas y en un momento en el que quién más valora mis cualidades soy yo mismo. por una vez me permito prescindir de los demás para sentirme querido.